La segunda semana de agosto se realizó en la casa de la Alianza una reunión de candidatos para el instituto de sacerdotes diocesanos de Schoenstatt. Este instituto existe desde 1919 y está pensado para sacerdotes seculares de todo el mundo que estén interesados en pertenecer a la comunidad de Schoenstatt.
Nuestra candidatura comenzó hace casi dos años y actualmente somos cuatro seminaristas, quienes hemos decidido ingresar al instituto. Cada uno proviene de distintas diócesis de Alemania y tenemos personalidades muy diferentes, sin embargo lo que nos une es la vocación a la vida religiosa y una conexión profunda con el movimiento apostólico de schoenstatt.
Durante estos dos años de candidatura hemos reflexionado profundamente con la ayuda de nuestro padre director Bernhard Pawelzik sobre diferentes escritos del padre Kentenich, principalmente aquellos pensados para los retiros espirituales para los sacerdotes. En el transcurso de esta semana en la casa de la alianza hemos proyectado nuestros ideales personales para formar un ideal grupal de nuestro curso, un trabajo que costo mucho tiempo y esfuerzo, pero que con la ayuda del espíritu santo logramos discernir conjuntamente. En esta casa hemos vivido realmente unos días maravillosos, con un fuerte clima de fraternidad, expresado en los trabajos grupales, en los momentos de oración y también en las comidas y por supuesto en los momentos de distensión.
Uno de los momentos más especiales para mí fue la renovación de nuestras alianzas de amor con la Mater en el santuario original todos juntos. Este es un hermoso signo que nos acompañará unidos hasta sellar nuestro primer contrato con la comunidad en diciembre de 2022. Verdaderamente nos sentimos muy acompañados por el Padre General de nuestro instituto, Cristian Löhr y por cada uno de los hermanos de comunidad. Finalmente agradecemos la cordial bienvenida en la Casa de la Alianza y de la comunidad hispanohablante y nos encomendamos a nuestra Mater para que esta candidatura sea fructífera para nosotros y para muchas personas.
Martín A. Ferraris